La jornada de ayer se saldó con multitud de disturbios y enfrentamientos en oficinas de toda España, fruto del conocido como jet lag estacional, causado por las alteraciones emocionales que provoca el cambio de hora.
Broncas, insultos, incluso peleas y lanzamiento de material informático (ratones y teclados) que derivaron en 200 intervenciones policiales y más de 500 empleados atendidos en las urgencias, la mayoría de carácter leve.
Pese a las medidas preventivas, todos los años se produce una situación parecida a la vuelta del trabajo tras un cambio de hora. Los desajustes de índole logístico modifican sustancialmente las rutinas, y este cambio es difícilmente asumible por unos trabajadores afectados de estrés y mal humor, provocado por la alteración del sueño.
El cambio de hora es beneficioso desde el punto de vista del ahorro de energía, pero tiene nefastas consecuencias para el equilibrio mental de los trabajadores. Por lo que los representantes sindicales han pedido al Gobierno que el cambio se lleve a cabo de forma escalonada, a base de pequeños adelantos de 5 minutos durante 12 días.
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