La FIA acaba de anunciar una medida que mejorará la seguridad de los pilotos en el Campeonato Mundial de F1, a partir de 2012. La medida consiste en la obligatoriedad de equipar los monoplazas con intermitentes, y en la redacción de una normativa con respecto a su uso en las maniobras de adelantamiento, así como en las entradas y salidas de boxes.
Un portavoz de los pilotos ha declarado que la norma tendrá los efectos contrarios, al complicar la conducción, pero la FIA se ha apresurado a negar estos términos, ya que en 2012 desaparecerán muchos de los controles electrónicos que hasta ahora los pilotos manejaban desde el volante.
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