Ya se ha puesto en marcha la nueva Ley de Higiene Pública, impulsada por los ministerios de turismo y sanidad, y el primer sancionado es un varón de 46 años y transportista de profesión, acusado de varios delitos contra los aseos públicos. El susodicho se ha dedicado a dejar su huella por los retretes de toda la península durante los últimos años, por lo que ha sido denunciado por varias estaciones de servicio y bares de carretera.
Será condenado a pagar una multa de 15.000 € y a 3 meses de trabajos sociales limpiando retretes.
La noticia ha sido recibida con gran satisfacción entre los denunciantes, que llevaban años viendo como este individuo actuaba impunemente, a veces sin pasar la escobilla, y otras sin ni siquiera tirar de la cadena. “Durante años nos hemos sentido indefensos, pero al fin se ha hecho justicia”, ha declarado entre lágrimas una de las víctimas, regente de un hostal en la NII.
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