El gran grupo de distribución El Corte Inglés no puede hacer frente a la caída de las ventas y ha presentado un concurso de acreedores. La poca flexibilidad del gigante para adaptarse a la nueva situación de la demanda, ha provocado que los gastos superen ampliamente a los ingresos durante los últimos 6 meses, hasta llegar a un punto en el que no pueden hacer frente a sus deudas con proveedores.
Debido a que la forma de pago de El Corte Inglés difiere dicho paga varios meses con respecto a la fecha factura, el 60% de la deuda que El Corte Inglés dejará de pagar, corresponde a pedidos realizados y entregados durante la época de bonanza económica.
Un portavoz de la entidad ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la población, afirmando que sus centros seguirán abiertos en su horario habitual, ya que “aunque no podamos responder ante nuestros proveedores, seguiremos respondiendo ante nuestros clientes”.
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