Ayer tarde, un hombre fue asesinado en la sala de fitness de un prestigioso gimnasio en de la zona noroeste de Madrid. La víctima, de 46 años y abogado de profesión, fue abatido a tiros mientras caminaba en una cinta, y murió al instante, sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada más que certificar su muerte.
Pese a que el crimen tuvo lugar en hora punta, con más de 40 personas haciendo ejercicio en la sala, ninguno de los presentes se percató de lo ocurrido hasta ver al hombre desangrado en el suelo. A los investigadores todavía les cuesta dar crédito al hecho de que nadie viera ni oyera nada, pero al parecer, todas las personas que entrenaban en ese moment, llevaban puestos sus auriculares. Fuentes policiales aseguran que el hecho de entrenar con auriculares abstrae al individuo de todo lo que ocurre alrededor.
La policía tendrá que indagar en otras fuentes para intentar esclarecer el crimen.
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