Un violinista de nombre y procedencia desconocidas, pero muy popular en Medina de Rioseco, donde lleva varios años amenizando las tardes de terraza a cambio de la voluntad, ha sido denunciado por los vecinos del pueblo al descubrir que en realidad tocaba en playback.
Durante años, los vecinos pensaron que del amplificador sólo provenían los sonidos de acompañamiento de la melodía principal, que con maestría interpretaba el vagabundo. Pero una noche, quizá turbado por los vapores del alcohol, o quizá buscando paliar su soledad, el vagabundo confió su secreto a un vecino con el que tenía especial sintonía.
A este vecino la confesión no le hizo mucha gracia, y se sintió engañado por las muchas veces que le había dejado dinero. Por lo que movilizó a todo el pueblo, que ahora reclama al vagabundo más de 60.000 €, según un cálculo de euros al día de limosna presuntamente fraudulenta.
El abogado de oficio asignado al acusado intentará alegar insolvencia.
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