“Sólo venía al cajero”, fueron las primeras palabras del cómico, cuando se vio reducido por 5 efectivos de la Guardia Civil.
Previamente, el payaso había burlado la vigilancia del circo para salir a dar una vuelta por el pueblo, ataviado con su enorme nariz roja, su peluca rizada, y con la cara completamente llena de maquillaje blanco.
Esta extraña aparición por las calles del pueblo ya había causado inquietud en varios vecinos que se cruzaron con él, pero fue al acercarse el payaso a una sucursal de Caja Rural, cuando se temió lo peor y sobrevino el pánico.
Al final se aclaró el mal entendido y el circo ha pedido públicas disculpas a todo el pueblo.
La Mentira Post
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