Martes, 12 de la mañana en el Congreso de los Diputados. Se produce un descanso y sus señorías aprovechan el break para soltar un poco las piernas y relajarse. En los pasillos el ambiente es distendido: diputados que van y vienen, corrillos, risas, saludos, comentarios “off the record”, etc.
En este contexto, el portavoz del partido popular se acerca para saludar a la ministra y en su retirada deja abandonada una mano distraída, que se desliza discretamente hasta procurarle un cariñoso cachete en el culo a la titular de la cartera de defensa.
Aparentemente nadie se da cuenta y la sorprendida ministra prefiere no montar un número.
Pero la imagen fue captada por las cámaras y ahora está en boca de todos.
Ninguno de los dos protagonistas ha querido realizar declaraciones. Y mientras en el PSOE hablan de trato vejatorio y machista, en el PP se comenta que la anécdota refleja el lado más humano de los políticos, y el afecto personal que se puede llegar a sentir incluso por personas con posiciones ideológicas contrarias.
La Mentira Post
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