Tras la grave cornada sufrida ayer en México, el diestro José Tomás ha realizado unas sorprendentes declaraciones, en las que afirma dejar el toreo para dedicarse a la defensa de los animales y a la erradicación del sufrimiento de los toros en la fiesta nacional.
En un comunicado escrito desde su convalecencia en el hospital, el ya extorero se confiesa una persona profundamente creyente, con una concepción mística de la vida, y está convencido de que la cornada es un aviso del Señor, un mensaje para que deje de torturar toros en la plaza y se convierta en el nuevo adalid de la lucha en defensa de los derechos de los animales.
José Tomás escribe textualemente: "durante los momentos inmediantemente posterirores a la cornada, en los que me hallaba en un estado de semiiconsciencia, me vi a mi mismo como un toro, perdiendo sangre y arrastrando un sufrimiento difícil de explicar. Entonces comprendí que los toros también sufren cuando se les clavan punzones, banderillas y estiletes."
Desde el mundo taurino se ha querido quitar importancia a estas declaraciones, achacándolas a la fuerte medicación que está tomando el torero.
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