Un tribunal ha dado la razón a unos niños que rechazaron hacer los deberes, y que denunciaron a su colegio por considerarlos ilegales.
En su dictamen, el Tribunal equipara los deberes del colegio con las horas extraordinarias de las empresas, por las que el trabajador recibe un salario extra. En cambio, el alumno no recibe compensación ninguna por dedicar horas fuera del horario lectivo; y puesto que este horario es el aprobado por el parlamento y recogido en la Ley General de Educación, su prolongación arbitraria y gratuita no se ajusta a derecho.
Tras conocerse la noticia, son muchos los alumnos de ESO que se han planteado abandonar sus deberes, incluso hay grupos que preparan una reclamación con carácter retroactivo compensatorio, por todo el daño causado. Estos alumnos exigen que se les imputen las horas dedicadas a deberes como horas lectivas, lo que en algunos casos significaría la adjudicación directa de dos o tres cursos enteros.
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