Los asuntos mundanos y terrenales, como la de crisis financiera que amenaza la salud del mundo occidental, también preocupan a los prelados de la Santa Sede.
En un comunicado firmado por el propio Benedicto XVI, el Santo Padre recuerda que el Señor nos pone a prueba continuamente, y que es la obligación de toda persona de bien aceptarlo con resignación cristiana.
Como medidas de actuación, el Papa propone la oración como el plano espiritual, y a la mesura en el gasto en el terreno de lo material.
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