Un par de huevos fritos absolutamente idénticos. Esta es la nueva propuesta del laboratorio gastronómico del galardonado Ferrán Adriá. Un plato en el que confluyen sus dos principales fuentes de inspiración: la cocina tradicional con ingredientes de calidad, y las nuevas técnicas de investigación culinaria.
El plato ofrece la oportunidad de saborear dos deliciosos huevos de gallina de corral, fritos en aceite de oliva virgen a gran temperatura y con sus correspondientes bordes crujientes (conocidos popularmente como puntilla). Lo novedoso y sorprendente es que ambos huevos (la ración es necesariamente de dos), son absolutamente idénticos, lo que se ha conseguido mediante una minuciosa manipulación previa del huevo, y un innovador sistema de freído.
Durante la presentación de los huevos fritos clónicos, Adriá habló de sus planes de futuro, entre los que se encuentra la reestructuración de algunos de sus famosos platos desestructurados.
