El Parlamento aprobó ayer por mayoría, con el voto en contra de IU, trasladar las competencias relativas al apoyo a la industria del cine español, desde el Ministerio de Cultura, actual responsable, hasta el Ministerio de Industria. Será este último quien se encargue a partir de ahora de gestionar los fondos y medidas para apoyar al maltrecho sector.
El Gobierno presenta la medida como el impulso definitivo que necesita el cine español para empezar a competir en igualdad de condiciones con otras industrias del ocio, nacionales o importadas. “El cine español tiene que aprender a ganarse su sitio frente a las producciones extranjeras, pero también frente a otras alternativas de ocio, como las boleras o la literatura”, ha afirmado el portavoz del Ministerio de Industria.
Desde el mundo del cine se mira la noticia con recelo, y algunos temen que se trate de una especie de “castigo”, tras la fastuosa gala de entrega de los premios Goya, muy lejana a la realidad de un sector con déficit de público e ingresos.
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